Actualizado el: 4 mayo, 2023 por Kyamos The Stubborn

Capítulo 1 –  Eiji: Lobo de la Novena Avenida.

Capítulo 1-10

 

El sonido se desvanecía y su visión también.
Sus extremidades se habían ido, junto con la sensación del Digimon Linker sujeto a su brazo.
La conciencia de Eiji se desvaneció.

Mareo.

El equilibrio del conducto auditivo interno se alteró bruscamente
El mundo giraba y se volvía del revés mientras caía.
Se hundía.
Se hundió… de repente, un recuerdo de su infancia vino a su mente.
Verano.
Jugaba en el río con su familia. Sí, en ese entonces su familia estaba ahí, sus amigos y sus familias también.
Solían ser los mejores amigos…

—”¡León!”

Los padres de su amigo, que estaban preparando la barbacoa, llamaron a su hijo.

—”¡Eiji!”

El amigo gritó el nombre de Eiji saliendo del río.
En ese momento, Eiji estaba tratando de llegar al banco de arena y sin darse cuenta, se adentró en las profundidades del río. Cuando se dio la vuelta, sus pies quedaron atrapados en la arena del fondo del río.

(¡Eh…! ¡Aah!)

Un paso más adelante había un acantilado invisible.
Pensaba que era un buen nadador, pero un río caudaloso es diferente de una piscina.
No sabía nadar.
No podía mantenerse a flote, no le quedaba más que meter la cara en el agua.
En ese momento pudo vislumbrar lo que había bajo la superficie.

Otro mundo.

Bajo el agua limpia y clara había una profunda hendidura, como el hogar de un monstruo que podría tragarse fácilmente a un niño.
Las burbujas de aire se arremolinan.
Fue tragado.
Y entonces, todos sus sentidos desaparecieron.

Sin embargo, fue solo un instante. ¿O lo fue?.

Algo suave y esponjoso recibió suavemente la conciencia de Eiji.
Era la sensación de llevar un traje de

neopreno y flotar en el agua.
Pronto… la luz se dispersó en la espuma y formó una imagen.

Un mundo nuevo.
No, era un mundo que le parecía que era familiar… Al cambiar su punto de vista, la conciencia de Eiji se había encontrado con un estímulo sin precedentes.

(¿¡…!?)

Era deslumbrante.
La luz era demasiado estimulante aquí. Y, sin embargo, no podía cerrar los párpados.
¿Qué demonios es esto?
Confusión. Ansiedad.
No sabía qué estaba viendo o qué estaba pasando.
Su visión se amplió bruscamente como con un zoom digital, luego se alejó como si estuviera mirando a través de unos binoculares al revés. El ruido se arrastraba por su cabeza. Los ruidos de insectos se metían en sus oídos.

Había un olor animal…

(Era el olor de un perro mojado por la lluvia, esto era como un mal sueño…)

Pero no era un sueño.

Lo único que escuchaba claramente era una voz.
(¿Eh? ¿Quién…?)

¡CLASH!

Se escuchó el sonido de algo siendo pateado y volteado, y entonces alguien corrió hacia él.

—Tyumon, etapa niño, tipo bestia, atributo virus.

Los datos se mostraron sobre su cabeza.
Era un pequeño digimon rata el que apareció, moviéndose como en una antigua animación occidental. La rata rosa y desnuda sostenía unos datos —un trozo de queso— en ambas manos.
¿En qué lugar estaba?
Era el interior de un edificio.
Las paredes, el techo y el suelo eran de hormigón. ¿En construcción, o más bien abandonado…?
A continuación, apareció otro digimon.

—Tyutyumon, etapa niño, tipo marioneta, atributo virus.

Este también era un digimon rata.
Sin embargo, no era una bestia, sino una marioneta: una rata de peluche con una mirada malévola. Estaba montando en otro digimon de aspecto mecánico.

—Damemon, etapa adulto, tipo mutante, atributo virus.

El cuerpo de aspecto metálico empuñaba una tonfa, un garrote en forma de T utilizado en artes marciales.
Si su aspecto pudiera describirse en una palabra, sería,
(¿Una tetera con extremidades…? No, espera, ¡ese tipo es una… caca!)
Eiji estaba confundido.
Si esto fuera la legendaria ”Tierra de los Digimon”, seguramente habría una gran ovación por la aparición de una caca.
Sin embargo, Eiji había dejado su inocente corazón de niño que se reía con solo la aparición de una caca en la cápsula del tiempo de los recuerdos.
Eiji miró lo que tenía delante con calma.
Damemon era un digimon en forma de caca piloteado por Tyutyumon.

—”Tienes muchas agallas para robarle a mi familia.”
—”¡Ah, por favor, déjame ir, Tyutyumon! ¡Por la camaradería entre ratones!”

Tyutyumon se mostró amenazador y Tyumon suplicó con el trozo de queso en sus manos.
Al parecer, Tyumon robó la comida de Tyutyumon y huyó.
—”Tyumon, es repugnante ser tratado como la misma especie que tú.”
—”No es bueno, no es bueno”.
Damemon sacó su tonfa con movimientos lentos y torpes.
En ese momento, Tyutyumon se dio cuenta de la presencia de ellos.
—”Por cierto, ese perrito…”
(¿Eh? Perro… ¿Dónde?)
Eiji no entendía de qué estaba hablando.
En primer lugar, ¿Qué era esto que se le estaba mostrando?
(¿Ese digimon, está hablando…?)

—”No te he visto por aquí antes… Esta es la sexta avenida de Wall Slum, territorio de nuestra familia. Deberías salir de mi vista y huir con la cola entre las patas mientras me encargo de Tyumon. Si te veo por aquí después de eso…”
—”¿Una rata desafiando a un lobo? Eso es gracioso.”
La voz que escuchó antes gruñó en el oído de Eiji.
Al frente.
No… Eiji no se movía.
Aun así, se acercaba a Tyumon. Era como si… viajara en un auto y este se moviera por sí solo.
—”-Entonces, a partir de hoy, este será mi territorio.”
—”¡…! Hazlo de una buena vez, Damemon ¡’Gun Vulcan’!”

¡Bam-bam-bam-bam-bam!

Los cañones Vulcan insertados en las tonfas abrieron fuego.
Las balas impactaron en el suelo y las paredes, salpicando por todas partes. Tyumon se movía frenéticamente de izquierda a derecha tratando de escapar.
(¿¡Puaj!?)
Eiji sintió náuseas de repente.
Esto…
(¡Apesta…! ¡Mi nariz se retuerce!)
Era como un gas venenoso.
Las balas del Gun Vulcan no eran muy potentes, pero eran un arma de acoso con un hedor insoportable.
—“¡Ahahaha! ¡Este ataque debe ser una totura para el buen olfato de un perro! Así es como se lucha en el Mundo Digital, aprovechando las debilidades del oponente.”
Tyutyumon se jactaba porque su plan había funcionado.
—“¡No es bueno, no es bueno!”
—“¿Deberíamos eliminar primero a este perro callejero?… ¡Damemon! Da el golpe final, ‘Boo~st Attack ‘…”

Auuu!

Un tipo de energía se arremolinaba alrededor de Eiji. (¿Qué es esto…?) Ignición – una llama ”brillante”. Era más rápido de lo que Damemon podía moverse,

—”¡Howling Fire!”

Una llamarada arrasó con el piso completo del edificio.
Todo fue consumido por el fuego. En el torbellino de calor e impacto, Damemon fue lanzado por la ventana y arrojado fuera del edificio.
(¡Caliente…!)
Eiji se sorprendió. Se sentía como si su rostro fuera chamuscado por una hoguera.
—”¿Un solo golpe fue suficiente para el resistente Damemon…?”
Tyutyumon cayó desde la cabina de piloto de Damemon y quedó tirado en el suelo. El fuego seguía ardiendo en el piso. No había nada que pudiera arder, pero no se apagaba inmediatamente.
—”¿Qué es este fuego…? ¡No es un fuego común!”
Tyutyumon estaba confundido.
Desde arriba, Eiji miró hacia el digimon rata de peluche.
—”¿Quizá debería comerte…?”
Snif snif, olfateó su olor.
La cara de Tyutyumon se crispó y se estremeció.
—”Esa antigua interfaz en tu frente… ¿Acaso es un Loogamon? No, tú eres… ¡Tú eres el Lobo Demoníaco del Castillo de los Nueve Lobos!”
(Loogamon ……?)
Eiji tuvo una epifanía.
Tyutyumon estaba hablando con Loogamon.
Entonces Eiji…
—“¿Nueve lobos…? Ah, sí… eso me recuerda.”
La voz murmuró cerca del oído de Eiji.
—”¡Has vuelto, aquí a Wall Slum…!”
Tyumon, por alguna razón, se volvió más respetuoso.
Eiji escuchaba la conversación…

¿Dónde y cómo podría estar escuchando esa conversación?

—”Como era de esperarse, no te ves muy bien… Lárgate.”
Loogamon apartó la nariz.
Antes de que el atemorizante lobo pudiera cambiar de opinión, Tyutyumon huyó rápidamente.
Eiji…
Estaba completamente perdido en la conversación, pero recuperó la compostura e intentó hablarle.
—“Um, ¿Loogamon? ¡Habla Eiji! ¿Me puedes escuchar, señor Loogamon…?”

 

Historia por: © BANDAI
Diseño de personajes/Ilustraciones: malo
Traducción al español: Kyamos the Stubborn.
Edicion y correccion: Zeromaru X

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