Actualizado el: 6 julio, 2023 por Kyamos The Stubborn

Capítulo 1 –  Eiji: Lobo de la Novena Avenida.

Capítulo 1-4

 

Ryusenji habló.

—“Los digimon están vivos.”

—“Sería muy divertido si los digimon realmente estuvieran vivos ¿no? Todavía hay entusiastas que tienen digimon como mascotas digitales, y hay coleccionistas como usted. Para los crackers como yo, los digimon son… una útil herramienta de IA.”

Para Eiji, los digimon eran una herramienta importante para su trabajo.

Eiji actualmente utilizaba Tyranomon. Un digimon que era capturado con bastante frecuencia en el Mundo Digital, y por ello eran frecuentemente comercializados en GriMM.

—“Hmm.”

—“¿Cuándo y dónde se construirá? Este ‘Digimon Land’.”

—“Nunca, fue descartado.” —Ryusenji soltó un suspiro de decepción.

—“Oh, cielos.”

—“Honestamente, era complicado hacerlo realidad. Por eso el Mundo Digital sigue siendo un secreto para la humanidad”.

Las palabras de Ryusenji le trajeron a la mente las escenas del accidente aéreo que le acababan de mostrar.

—“Es verdad, hay gente que utiliza a los digimon para cometer crímenes, crackers como yo… pero malos”

Aunque los crackers generalmente se encuentran en un area gris, incluso entre ellos hay un blanco y negro. Habia algunos que eran grises pero cercanos al blanco y otros que eran grises pero cercanos al negro. Estaban los que no eran tan malos cuando hablabas con ellos mientras había otros que eran realmente peligrosos, criminales o que bien podrían ser enemigos de toda la humanidad.

En fin—

Fallas en la red, robo de información mediante accesos no autorizados y el ciberterrorismo ocurrían frecuentemente aquí y allá en los últimos años. De hecho, los digimon, utilizados como herramientas de IA, estaban implicados en gran parte de esos incidentes.

Como se mostró en el vídeo, hubo un incidente en el que un digimon fue utilizado por terroristas para derribar un avión. Dicha información, por supuesto, no fue hecha pública.

El público en general desconocía de la existencia de los digimon y el Mundo Digital. Los líderes mundiales y las organizaciones internacionales habían encubierto y ocultado su existencia.

En cualquier caso, sería un gran escándalo que personajes de un parque temático fuesen utilizados por criminales como herramientas de ciberterrorismo.

—“Dar a conocer el Mundo Digital y a los digimon al mundo significa dar a conocer los crímenes digimon al mundo. ¿Qué crees que pasaría?”

—“¡Pánico!”

—“Exacto.”

Los medios de comunicación, cuyo trabajo es causar inquietud, publicarían titulares diciendo que los digimon son invasores de otro mundo o algo así. La conclusión más simple y sencilla de entender sería que el Mundo Digital y los digimon son malvados.

—“La mayoría de la gente aún no sabe acerca del Mundo Digital. Incluso si lo supieran, no lo entenderían.”

Las palabras de Ryusenji eran magistrales pero difíciles de entender para Eiji.

—“…”

—“No entenderian que es posible que exista otro mundo más allá de la red que es diferente a nuestro mundo… y que los digimon están vivos.”

Incluso si lo supieran, no lo entenderían.

—“Profesor Ryusenji…”

Eiji sintió que esas palabras eran dichas para él como cracker— Alguien que usa a los digimon para su trabajo en el Mundo Digital.

Los digimon son seres vivos.

—“Cracker Fang… Eiji, ¿no quieres saber? La verdad de los dos mundos, el Mundo Real y el Mundo Digital. ¿No te gustaría ver lo que yace del otro lado?

—“Pues… ¡Claro que me gustaría!”— Eiji se entusiasmó inmediatamente —. “Quiero decir ¡No sé nada al respecto! Para mí, el Mundo Digital es… nada mas que la información que veo en la pantalla en blanco y negro de mi Digimon Dock. Pero profesor, el mundo que yo veo… y el mundo que usted ha visto debe de ser diferente, ¿No? Sí, como el que ví en el vídeo.”

El mar de redes, el Mundo Real y el Mundo Digital. Y destellos del mundo más allá de la estática…

—“¿Sabes por qué el vídeo que te mostré en D4… es ultra secreto? ¿Sabes por qué se mantiene en secreto para el público?”

—“Es porque,”— Eiji tuvo una epifanía— “¡¿El video es real?!”

No era un vídeo falso promocional, sino un vídeo real del Mundo Digital… ¿?

—“Sí… Ese vídeo era una representación del verdadero Mundo Digital, imágenes generadas por IA en base a datos observacionales. Y los digimon en verdad viven ahí, en el Mundo Digital. Resulta que los extraterrestres realmente vienen de nuestra red digital, no del espacio exterior.”

Ryusenji miro a Eiji a los ojos. Lo que estaba diciendo no era una metáfora ni una forma abstracta de ver las cosas.

—“¡Los digimon están vivos…!”

Eiji miró al ModokiBetamon hololizado. Estaba vivo.

De ser así, ¿Los Tyrannomon, que hasta ahora había utilizado como herramienta de IA, también estaban vivos…? ¿Y todos los demás digimon?

—“Para verlo con mis propios ojos, la naturaleza del Mundo Digital y a los digimon en su hábitat natural. Ver el Mundo Digital directamente con mis cinco sentidos humanos y no a través de monitores virtuales y datos observacionales. Para romper los ‘límites’ entre el Mundo Real y el Mundo Digital. Para experimentarlo tal cual es. Esa es la investigación a la que yo… Yo, Tomonori Ryusenji, he dedicado mi vida. Todo lo que hago y todo lo que he hecho ha sido por D4″.

La transferencia de datos de ModokiBetamon se había completado. Ryusenji expulsó el Digimon Dock del aparato y lo sujetó con sus dedos para observarlo.

—“…Ah, gracias.”

Eiji le tendió la mano.

SNAP

Ryusenji arrojó a un lado Digimon Dock.

—“¿QUÉ?”

Sin tiempo para reaccionar, Eiji se deslizó por el suelo y atrapó el Digimon Dock justo antes de que cayera en el bote de basura.

—“¡¿Por qué hizo eso, profesor?!”— En el calor del momento, se tiró de cara al bote de basura.

Eiji había hecho su propio Dock con partes usadas. Aunque era mayormente chatarra, igual le había costado mucho dinero.

—“Tenía un error en el área de memoria.”

—“¿En serio?”

Ryusenji era un coleccionista de digimon. Por ello era más cuidadoso que la mayoría con el estado de sus datos.

—“No deberías usar un equipo anticuado, especialmente si estás realizando un trabajo para mi… Eso estuvo a punto de destruir los datos de ModokiBetamon.”

—“Aun así, no tenía que tirarlo a la basura… Profesor, ¿Sabe que la situación financiera de los crackers autónomos es diferente a la de las grandes empresas? No puedes pagar todo de tu propio bolsillo, no puedes obtener facturas, o usar los equipos de gama alta que hay aquí cuando te da la gana.”

—“Hmm.”

—“¿…Hola?”— Eiji se quedó perplejo.

La respuesta de Ryusenji fue peculiar. Él era, después de todo, un científico genio del más alto prestigio en Japón. Se le podía perdonar el parecer al menos un poco excéntrico.

—“Me disculpo por eso, pero… Bueno, es el momento perfecto. Extiende tu brazo.”

—“¿?”

Eiji no entendía cómo era el momento perfecto, pero hizo lo que le pidieron. Ryusenji sujetó algo a la muñeca izquierda de Eiji. Eiji… tragó saliva.

—“…¡!”

¿Cuándo fue la última vez que se sintió así? ¿Cuándo sus padres le compraron una nueva consola de videojuegos de niño? ¿Cuándo tuvo su primer teléfono inteligente? No ¡Esto era mil veces más grande que eso…! Sentía como si su mundo se expandiera con solo llevar eso puesto.

—“Es tuyo”.

Era un dispositivo parecido a un reloj de pulsera.

—“Esto es… ¿El Digimon Dock de última generación de Abadin Electronics? ¡Y es de tipo reloj inteligente!”

Eiji sentía ganas de saltar y dar volteretas.

Los productos de AE siempre fueron fáciles de modificar para convertirlos en Digimon Docks, por lo que se tenían en alta estima entre los crackers. Además, se trataba de un producto auténtico. Y este se trataba de un producto genuino de AE. Un secreto comercial por su relación con los digimon.

—Un Digimon Linker

—“Este es un prototipo de un producto en el que he estado trabajando.”

—“Profesor Ryusenji… Ya sabía esto, ¡pero usted es maravilloso!”

En el brazo de Eiji, el Digimon Dock con forma de reloj se configuraba automáticamente.

—“Bueno, también soy el director técnico del departamento de Digimon Docks. Este dispositivo tiene un sensor vital biométrico, por lo que solo puede ser usado por ti, la persona a la que está registrado.”

—“¡Oh! ¡Es sólo para mí!”

—“Tiene un sensor de clase de dispositivo médico. Registra el pulso, la presión sanguínea, respiración, temperatura corporal, entre otras cosas. Viene con un sistema de asistencia médica las 24 horas a través de nuestro Soporte Vital.”

—“¡Me voy a poner muy sano!”—. Eiji respondió entusiastamente.

—“También cuenta con la función de hololización. Normalmente, la hololización de digimon sólo está permitida dentro del DDL y algunas otras instalaciones autorizadas, pero… esta es una excepción especial.”

Todo era especial, especial, especial. Le estaban dando un trato especial.

—“Pero, me estás dando un prototipo ¿Estás seguro? Debe haber algún tipo de trampa.”

—“No te preocupes. Es simplemente un regalo personal de mi parte para ti.”

—“¡Es increíble!”
—“Bueno, esta es la situación…”

—“¡Lo sabía, sí hay una trampa! ¡Estoy empezando a conocer que tipo de persona es realmente, Profesor!”

Aunque lo dijo bromeando, Eiji no tenía intención de separarse de su Digimon Dock reloj inteligente. Él lo quería. El Digimon Linker estaba, sin exagerar, en un nivel, sino es que varios niveles, más arriba que el Digimon Dock casero de Eiji.

—“Quiero ver lo que Cracker Fang puede hacer con esto en el siguiente trabajo que tengo para ti.”

—“Lo haré.”

—“Vaya, eso fue rápido. Está bien, está bien. Eso es lo que me gusta de ti.”

Ryusenji sujetó el brazo de Eiji y presionó un interruptor en un lado del Digimon Linker. La pantalla se iluminó débilmente. Una misteriosa llama pareció parpadear en la pantalla del reloj.

—Loogamon, etapa niño, tipo bestia demonio, de atributo Virus.

La pequeña pantalla a color mostraba un digimon que Eiji nunca había visto. Eiji entrecerró los ojos.

—“Es… ¿Un cachorro?”

Tras recibir una nueva petición del Profesor Ryusenji, Eiji regresó solo por la puerta al vestíbulo de recepción del primer piso.

—“Romper los ‘límites’ entre el Mundo Real y el Mundo Digital, eh?”

En el centro de la habitación, el objeto tricolor estaba siendo hololizado de nuevo.

—“¡Ah, buenas noches!” —dijo Hatsune desde el escritorio de recepción.

—“¿Aquí devuelvo mi pase?

—“Lo puede dejar aquí. Muchas gracias.”

Eiji entregó su pase. Hatsune notó el dispositivo en su muñeca.

—“…”

—“Ah, ¿esto? El Profesor Ryusenji me lo dio ¿Sabes lo que es? Es un Digimon Dock.”

Eiji le enseñó a Hatsune su nuevo artilugio similar a un reloj inteligente. Hatsune echó un vistazo alrededor y le susurró de vuelta.

—“¿Ese es el último modelo, es confidencial, no es así?’

Parecía estar muy bien informada, posiblemente por su puesto de recepcionista.

—“Es sólo un prototipo. Lo estoy probando.”

—“Increíble. Que el Profesor Ryusenji te pidiera inmediatamente que lo probaras para él, debe confiar mucho en ti.”

Hatsune parecía estar genuinamente sorprendida, más que dándole cumplidos.

—“Mmm… Me pregunto. Quiero decir, ¿Realmente crees eso?”

—“¡Por supuesto! Quiero decir, a pesar de su apariencia el Profesor Ryusenji es tan”— Hatsune bajó su tono de voz—. “Puede ser un poco difícil trabajar con él”.

—“Ah, sí, es bastante peculiar.”— dijo Eiji tratando de contener la risa.

La actitud de Hatsune era completamente distinta a la de la primera vez que le vio. Pero eso no era algo malo.

—“Hasta luego.”

—“Ah, señor Nagasumi.”

—“Me puedes decir Eiji.”

—“Entonces… ¡Me puedes decir Hatsune-chan o Hatsune-cchi, como quieras! Así que… respecto a tu registro de entrada. ¡Noté que dejaste en blanco tu ocupación! Si no te importa que pregunte ¿podrías decirme que escribir ahí?”.

Hatsune lo miraba inquieta en suspenso

—“¿Cuál es mi ocupación?”—. Eiji pensó un momento.

Ser un trabajador freelance… no era exactamente una ocupación. Sólo significaba que no tenía un trabajo fijo.

—“Soy Eiji Nagasumi, un cracker.”

—“Ehh.”

La reacción de Hatsune fue la más sutil de todo el día.


 

Historia por: © BANDAI
Diseño de personajes/ilustraciones: malo
Traducción al español: Kyamos the Stubborn.
Edicion y correccion: Zeromaru X

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